sábado, 27 de abril de 2013

LECTURA ACTUAL DE AZORÍN

Adquirí, no hace mucho, en la vecina Cuesta de Moyano que es adonde acudo de manera preferente para hacer mis adquisiciones de libros, un ejemplar de TIEMPOS Y COSAS del maestro Azorín en edición de bolsillo de BIBLIÓTECA BÁSICA SALVAT, libro RTV 76, de 1970, con el atractivo de su canto desgastado por el paso del tiempo y el misterio de su procedencia y existencias anteriores: ¿De qué servirá que mudemos de instituciones y gobernantes si no nos cambiamos a nosotros mismos, es decir, si no mudamos radicalmente las causas primarias y hondas que nos hacen ser como somos? ¿Nos dará nuevos hábitos, nuevas tendencias, nueva sociabilidad, nuevas inclinaciones, la simple posesión de la Gaceta por estos o aquellos hombres, (...)? ¿No puede haber una iniciativa individual, a la que sería dable obrar, independientemente del poder político, una honda labor de acción social, más eficaz, más segura, más patriótica que la conquista de la Gaceta? (...) No vale la pena. Yo soy un hombre que dice : "¡Viva la bagatela!"¿Por qué sentirnos indignados ante la ineficacia de nuestras Cortes? Todos los Parlamentos son lo mismo. "La Cámara de los Comunes - dice Heriberto Jorge Wells en su famoso libro Anticipaciones -, la Cámara de los Comunes es una arena de partidos en donde combaten fracciones compuestas de personajes iniciados, los cuales, desde hace largo tiempo, han cesado de tener relación con el progreso social corriente." ¿Cómo vamos a extrañar, después de esto, lo que pasa en España?"

martes, 2 de abril de 2013

TRES ANILLOS PARA LA ESPAÑA ACTUAL

A partir del pasado mes de julio la joven sociedad española dejó de existir, muerta a manos de unos políticos insensibles que impusieron a la población sacrificios insoportables que no estuvieron dispuestos a compartir.
Recién muerta todavía estaba muy bella, como una joven dormida de alabastro, y así se la mostraron a los socios europeos.
En la actualidad no tienen más remedio dichos dirigentes que sobrevivir afrontando la desagradable situación que siempre acarrea convivir con la corrupción de un cadáver insepulto que no pueden enterrar.
Dentro del Congreso están  los diputados electos, como un núcleo encerrado ahora dentro de otro más grande compuesto de ofendidos dispuestos en algunas ocasiones a ir más allá del Estado de Derecho, llevando a veces la digna bandera tricolor republicana como un pareo, y olvidando en muchas ocasiones que los grandes republicanos como Azaña, Besteiro, Eduardo Ortega y Gasset, Indalecio Prieto y muchos otros defendieron el imperio de la Ley, y en todo momento intentaron restablecer la normalidad republicana.
Es de justicia que esos dos anillos queden abrazados por otro más amplio, compuesto por hombres serenos dispuestos a conservar los valores de la democracia para solucionar conforme a la razón y a los valores humanos los graves problemas existentes. Este tercer anillo quiere recibir el nombre de Responsabilidad.